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Ya son 13 los muertos que manejan las cifras oficiales – aunque ascienden a 21 los que publican los medios belgas -, y decenas de heridos, las víctimas de las explosiones que se registraban esta mañana en Bruselas.
El aeropuerto de Zavatem y la estación de metro de Malbeek han sido las localizaciones donde previsiblemente unos terroristas se han inmolado haciendo explotar varios artefactos. La policía belga ha encontrado hasta el momento tres cinturones explosivos intactos en las instalaciones del aeropuerto por lo que la alarma es total.
Bruselas ha cerrado todos los edificios públicos y ha instaurado la alerta de nivel 4. La confusión es grande, apenas unas horas después de las explosiones. Aún es imposible, según comunica la Fiscalía del país, hacer un recuento de las víctimas o valorar daños.
De momento los esfuerzos se centran en auxiliar a los heridos y en tratar de proteger la ciudad. La policía y el ejército han tomado las calles en medio de un trágico caos. Se han cerrado las salidas del aeropuerto y del metro.
La primera explosión se producía sobre las ocho de la mañana en el aeropuerto, según los testigos se escucharon gritos en árabe previos a una fuerte deflagración que tuvo lugar en la zona de embarque. Una hora y media después en la estación de metro Malbeek, muy cercana a los edificios oficiales de la Unión Europea, una nueva bomba sembraba el pánico.
Varios países europeos han reforzado ya la seguridad de sus aeropuertos y las compañías han cancelado los vuelos desde otros países a Bruselas.