El centro destaca los resultados del modelo British, pero advierte sobre falta de objetivos, escasez de docentes y ausencia de planes formativos y de evaluación
La Comisión de Educación ha visitado a instancias del PSN, el IES Basoko de Iturrama, un centro especializado en la enseñanza de idiomas que data de 1990 y cuenta con 380 alumnos (270 de ESO y 110 de Bachiller), el 18,5% inmigrante, atendidos por 49 profesores.
Los Parlamentarios/as que han asistido han sido Alberto Catalán (G.P. UPN), Isabel Aranburu, Consuelo Satrustegi (G.P. Geroa Bai), Esther Korres (G.P. EH Bildu), Tere Sáez (G.P. Podemos-Ahal Dugu), Nuria Medina (G.P. PSN), Javier García (A.P.F. PPN) y Marisa de Simón (A.P.F. Izquierda-Ezkerra).
La delegación del Parlamento ha sido recibida por Héctor Fernández, director del Instituto, José Luis Oteiza, responsable del departamento de Física y Química, Mila Acebedo e Imanol del Rey, representantes de la Apyma.
El objeto de la visita, según ha precisado Nuria Medina a modo de preámbulo, ha sido “conocer la actividad docente del IES Basoko, único instituto British (75 alumnos) que existe en Navarra, incluidos sus programas de apoyo a estudiantes con necesidades educativas especiales”.
A continuación, se ha celebrado una reunión en la que el director, Héctor Fernández, ha explicado las líneas maestras del proyecto pedagógico de un centro “comprometido con el plurilingüismo (modelos British, Bilingüe y G-A), la atención a la diversidad y la calidad educativa”.
En lo tocante al British, vigente desde el curso 2013/14, Fernández ha relatado su experiencia en torno a un modelo que, “según atestiguan los resultados de la evaluación diagnóstica”, sitúa a sus alumnos “por encima de la media en todas las asignaturas, pero todavía más en inglés, donde se salen incluso de la desviación”.
A ese respecto, el director de Bakoso ha advertido que el alumnado de Brithis accede ya con un nivel B-1 (con el A-2 aprobado), que “en nuestro caso no es problema porque en los colegios públicos de Azpilagaña, José María Huarte y Añorbe está implantado. Nuestro primer grupo British, ahora en 3º de ESO, podrá acabar el Bachillerato con un C-1. Esto en el programa Bilingüe (castellano-inglés) es inviable, todo lo más se puede aspirar a alcanzar un B-1 al concluir de Secundaria”.
Y en lo que atañe al Bachillerato, la imposibilidad de seguir cursando el British la han solventado “recurriendo a los desdobles de inglés, porque ha llegado a haber alumnos con un C-2 y profesores con un B-2. Esto pone de manifiesto que el gran problema de la Educación en idiomas es la falta de objetivos, lo cual resulta inconcebible”.
Al hilo de lo apuntado, Héctor Fernández ha insistido en que “no hay profesorado suficiente. En Basoko el British funciona porque su claustro está preparado y motivado, pero sin medios un programa que podría ser bueno se convierte en una auténtica basura. Es mejor impartir un 20% del currículo en inglés bien, que un 60% mal. En Navarra han faltado metas, recursos, planes genéricos de formación y métodos de evaluación”.
En ese contexto, Fernández ha subrayado los imperativos normativos del currículo British, cuyas dos asignaturas troncales, “ciencias naturales y las ciencias sociales, destacan por su notable complejidad léxica, a lo que hay que añadir las cinco horas lectivas (dos más) de la asignatura de inglés. Apenas hay maestros para responder a este grado de exigencia”.
Desde la Apyma, Mila Acebedo ha terciado para instar a “atender la demanda social de educación en inglés. Sin idiomas los centros públicos se convierten en gethos, cosa que no sucede en la concertada, lo cual es una vergüenza. Si hay demanda en inglés lo que procede es atenderla, pero atenderla bien, de ahí la necesidad de evaluar también al profesorado”, ha significado.
La segunda gran problemática a la que se enfrentan en el IES Basoko, según ha constatado du director, es la que tiene que ver con la atención a la diversidad. La principal disfunción procede de las “incorporaciones tardías, hasta 54 en lo que va de curso. En el 99% de los casos van a castellano, que es donde se concentran los recursos, porque el Departamento ni siquiera contempla esta posibilidad en el modelo British. Entiende que son grupos mejores y no ofrece ningún tipo de desdoble”.
Ahondando en lo comentado, Héctor Fernández ha censurado la actitud de Educación, por “desentenderse de las necesidades vinculadas a las incorporaciones tardías. La respuesta suele ser que ‘ya se te dieron los recursos, arréglatelas como puedas’. Ahora mismo deberíamos disponer de tres profesores más. Tenemos gente con desfases curriculares de tres y cuatro cursos, alumnos en Bachiller que no saben sumar ni dividir e incluso una persona diagnosticada con retraso mental, pero como son incorporaciones tardías se nos niegan medios adicionales”.
Todo eso, trasladado al British, donde “también hay gente con mucha problemática socioeconómica, ha derivado en algún abandono forzoso. Agrupar a los alumnos por nivel resulta fundamental y al carecer de desdobles…Este modelo le sale muy barato a Educación”.
Así, tras exponer las dificultades padecidas el curso pasado para mantener la asignatura opcional de euskera debido a los “impedimentos para dotar al centro del profesorado requerido”, Fernández ha concluido solicitando a los Parlamentarios “rigor” en la implantación de un programa que sigue adoleciendo de “objetivos, recursos humanos, formativos y metodológicos”.
En su turno de intervención, las portavoces de Geroa Bai, EH Bildu, Podemos-Ahal Dugu e I-E han hablado de “experimentación” debido a la “falta de previsión, planificación y recursos”, mientras que desde UPN y PPN se han defendido los “avances idiomáticos en la red pública, donde hay familias sin recursos que de otro modo no podrían pagarse una educación en inglés”. El PSN, por su parte, ha llamado a “subsanar errores tan graves como la falta de objetivos. Vemos que los resultados son buenos, pero hay que ofrecer todos los recursos que se necesiten”.