El lunes se inhumarán los restos no identificados de doce víctimas del golpe militar de 1936

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PRUEBA

El acto, en el que participarán el alcalde y la Consejera de Relaciones Ciudadanas e Institucionales, se celebrará a las 12 horas en el Cementerio de Pamplona

El próximo lunes, 11 de abril, a las doce del mediodía tendrá lugar la inhumación de doce personas víctimas del golpe militar de 1938 en el cementerio de San José (calle Santa Felicia, acceso por la puerta del crematorio).

En el acto participarán el alcalde de Pamplona, Joseba Asiron, la Consejera de Relaciones Ciudadanas e Institucionales, Ana Ollo, y la presidenta de la Asociación de Familiares y Fusilados de Navarra (AFFNA 1936), Olga Alcega. Además de miembros de la corporación municipal que ha sido invitada, estará presente el director general de Paz, Convivencia y Derechos Humanos del Gobierno de Navarra, Álvaro Baraibar.

El acto de reparación comenzará a las 11.55 horas con el traslado de las doce cajas con los restos humanos por parte de familiares de fusilados y miembros de AFFNA 1936 desde la puerta del cementerio hasta el panteón. Tras las intervenciones, las cajas serán introducidas en el interior del panteón por los operarios municipales. Para finalizar, habrá una ofrenda floral.

Exhumados en Urzante y Añézcar

Los restos humanos no identificados fueron exhumados en Urzante y Añezcar y serán inhumados en el panteón que el Ayuntamiento y el Gobierno de Navarra construyó para este fin la calle San Felicia del camposanto pamplonés y que ya acoge otras diez personas.

De las doce que serán inhumadas el lunes, once fueron exhumados en Urzante y otra en Añezcar gracias a la labor de AFFNA36. Cuando con el ADN se pueda saber a quién corresponden los restos, las familias serán notificadas y serán ellas las que decidirán dónde deben ser trasladados.

El objetivo de este acto es que los restos de las personas exhumadas no identificadas puedan tener un lugar en el que reposar con dignidad hasta que sean identificadas. De esta forma se da cumplimiento a la Ley Foral 33/2013, de 26 de noviembre, de reconocimiento y reparación moral de las ciudadanas y ciudadanos navarros asesinados y víctimas de la represión a raíz del golpe militar de 1936.

Los primeros diez restos que se inhumaron, en diciembre de 2014, se correspondía con un individuo localizado en el exterior del cementerio de Añézcar, dos personas localizadas en la parte externa del cementerio de Oteiza de Berrioplano, un individuo localizado en el cementerio de Ripa y 6 personas localizadas en una fosa en terreno cultivable en Antxoritz.

Capacidad para 60 restos en el panteón

El panteón en el que se inhumarán los restos el lunes está ubicado en la calle San Felicia, en la esquina del grupo de nichos 27 bis, en una zona cercana a las oficinas municipales. Tiene unas dimensiones de 3×3 metros, realizado en hormigón armado y revestido a base de piedra maciza de granito negro intenso y acabado pulido de 6 centímetros de espesor.

A su derecha se consolida un espacio diáfano de dimensiones 2,60 x 3 metros, que cuenta con un banco continuo realizado en hormigón armado de 45 centímetros de anchura revestido en piedra maciza de granito negro Zimbabwe y acabado flameado de 3 centímetros de espesor.

Frente a ese espacio se encuentra un monolito de piedra procedente directamente de cantera en color silvestre gris, con unas dimensiones aproximadas de 2,60 metros de largo, por 0,50 de ancho y 2,80 de altura. Todo el panteón está rodeado de una zona ajardinada.

El panteón es propiedad del Ayuntamiento de Pamplona y cuenta en su interior con cuatro baldas de hormigón que generan seis espacios laterales de 0,80 x 0,70 metros cada uno de ellos y un paso central de 0,80 metros de anchura. La capacidad es de diez cajas por balda, es decir, 60 restos humanos. Los gastos relacionados con el mantenimiento del panteón y los enterramientos, y con el traslado de los restos son asumidos por Ayuntamiento y Gobierno de Navarra.

En noviembre de 2014, Ayuntamiento de Pamplona y Gobierno de Navarra firmaron un convenio de colaboración para la inhumación de restos humanos no identificados de víctimas de la guerra civil de 1936 y del franquismo en Navarra.

En él se determinó que un panteón del cementerio de San José de Pamplona acogiese los restos humanos no identificados por las familias de las víctimas, cuyos restos se hayan encontrado en una fosa de Navarra y hayan sido exhumadas conforme al Protocolo de Exhumaciones de la Comunidad Foral de Navarra.