Realizó cerca de 850 intervenciones, entre valoraciones de menores y sesiones de trabajo grupales e individuales
El servicio de orientación psicológica para padres y menores del Ayuntamiento de Santander atendió en el último año a 230 familias de la ciudad que por diferentes circunstancias requieren asesoramiento y apoyo para el cuidado y educación de sus hijos.
Según ha señalado la concejala de Familia y Servicios Sociales, María Tejerina, en total en 2015 este servicio realizó 845 intervenciones con los distintos integrantes de cada unidad familiar, entre ellas, valoraciones de los menores y sesiones de trabajo con toda la familia en grupo.
El Ayuntamiento de Santander puso en marcha este servicio con el fin de facilitar a los padres estrategias y herramientas para desarrollar una parentalidad positiva, que mejore el conjunto de relaciones y actividades en las que los padres están implicados para cuidar y educar a sus hijos.
“El objetivo es ayudar a los adultos a desempeñar su papel de padres y responder a las necesidades de sus hijos en los planos físico, afectivo, intelectual y social”, ha señalado Tejerina.
Para ello, a través de este servicio se da información a los padres y se les presta apoyo en aquellos casos en los que, por sus circunstancias personales, necesitan mayor ayuda, por ejemplo, en familias monoparentales, con escasos recursos o con otras dificultades.
También se organizan jornadas de capacitación parental (escuelas de padres) para enseñar a los asistentes a mejorar las relaciones con sus hijos y su educación en todos los planos, unas sesiones en las que participaron el pasado año 28 familias.
La concejala ha recordado que las familias constituyen una de las prioridades dentro de la política social del equipo de gobierno municipal, que va a seguir trabajando para mejorar la red de programas y servicios destinados a ofrecer cobertura y garantizar atención a los colectivos más vulnerables.
Funcionamiento del servicio
En el caso del servicio de orientación psicológica, cada una de las familias recibe una respuesta individualizada en función de su situación y necesidades, en coordinación con otros departamentos, como las unidades de trabajo social, los recursos sanitarios, los centros escolares, el servicio de atención al menor, etcétera.
Dependiendo de las características y circunstancias de la situación de riesgo, así como del nivel de colaboración familiar, se acuerdan estrategias de intervención y coordinación entre los diferentes servicios, con el fin de lograr una intervención integral, ha subrayado la concejala.
Las modalidades de intervención y tratamiento varían también en función de las características y el planteamiento diagnóstico de cada caso, de tal manera que pueden ser individual, familiar o grupal, o combinar varias de ellas.
La frecuencia de las intervenciones también se adapta a las necesidades y las fases de cada proceso, y puede ser semanal, quincenal o mensual, o incluso, con varias sesiones en una misma semana en determinados momentos si se necesita intervenir con varios miembros o coordinarse con varios servicios de forma urgente.
En algunos casos, las familias requieren apoyo a largo plazo o permanente, por la cronicidad de su problemática o porque la evolución supone la aparición de diferentes dificultades.
Para acceder a este servicio las familias pueden dirigirse a sus dependencias, en el edificio La Gota de Leche (calle Cisneros, 40) o pueden informarse en los servicios sociales municipales.
