La implantología ha avanzado notablemente en los últimos años, tanto en los recursos materiales que utilizamos los cirujanos como en las técnicas de diagnóstico e intervención. Sabemos mucho más que antes y, todos esos conocimientos, tenemos que volcarlos en el bienestar de los pacientes.
Uno de los aspectos en los que más hemos progresado es en el de los efectos que tiene la colocación de un implante en la boca, sobre todo en relación con calidad de las piezas insertadas. Con ello, cada vez queda más claro que a pesar de las apariencias, no todos los materiales generan la misma respuesta y, por tanto, según lo que utilicemos, más largo o más corto será el ciclo de vida de los implantes.
Por ejemplo, la investigación ha descubierto que existen diferencias entre el tejido que se forma alrededor del diente natural y el que se genera de nuevo tras la colocación de un implante. Hoy sabemos que la masa ósea en la que se integra el implante es de carácter cicatrizal y tiene una vascularización (presencia de vasos sanguíneos) menor que la del hueso antiguo de los dientes. Esto ocurre incluso a pesar de que utilicemos técnicas regenerativas con plasma y otros componentes biocompatibles. En consecuencia, resulta más débil y vulnerable a las agresiones que sufre la boca por diferentes motivos.
Lo mismo sucede con el colágeno que forma la encía alrededor de los implantes, que manifiesta una resistencia menor a los ataques mecánicos y biológicos (la fuerza masticatoria, la higiene, las posibles infecciones o hábitos negativos como el tabaquismo o el consumo de alcohol).
El descubrimiento de estas debilidades ha llevado a desarrollar implantes de más calidad, que se adaptan mejor a las características del hueso y del tejido y que ayudan a alargar la duración de las piezas. En este punto, hay que señalar que solo algunas compañías especializadas del sector han logrado los niveles de excelencia.
No es una cualidad que pueda extenderse al conjunto de los implantes que ofrece el mercado, por lo que como pacientes debemos conocer bien qué la categoría del material que nos proponen. Es un factor muy relevante para predecir cómo se comportarán nuestros implantes en el largo plazo, al margen de que intervengan otras consideraciones.
Si tiene dudas sobre la calidad de sus implantes, contacte con Clínica Bustillo.