Más de 8,5 millones de euros ha acordado el Ayuntamiento de Madrid destinar en los próximos dos años al servicio de Educación Social en todos los distritos de la capital. Con inicio el próximo 1 de septiembre, el contrato contempla un incremento del número profesionales en un 10%, hasta alcanzar los 110, once más que hasta el momento. En cuanto al gasto, la subida se cifra en cerca de 400.000 euros al año.
Estos profesionales atienden a las familias en su propio domicilio, ayudándoles a superar las dificultades de convivencia entre sus miembros, orientándoles en la organización doméstica y en aspectos de crianza y educación de sus hijos. Ofrecen asesoramiento sobre hábitos de alimentación, higiene o cuidado de la salud de los diferentes miembros de la unidad familiar. Garantizan, por ejemplo, la asistencia a pediatría, vacunaciones a menores, acompañamiento a tratamientos específicos, e integración en el medio escolar. En 2015, 2.932 familias madrileñas recibieron sus servicios, de las que el 46% estaban formadas por madres que cuidan solas de sus hijos. El número de personas atendidas ascendió a 30.031, de las cuales 4.374 eran niños y niñas menores de 12 años; 14.283, adolescentes de 12 a 17; 1.125, jóvenes, y 10.249 adultos.
Apuesta contra la exclusión social
Pero además del trabajo en el entorno familiar, las y los educadores sociales tienen programas de atención directa a niños, adolescentes y jóvenes que se encuentran en una situación de riesgo o de conflicto social, con los que realizan actividades grupales, de ocio, deportivas o culturales cuya finalidad es que los chicos aprendan a resolver sus conflictos de manera adecuada, mantengan unas relaciones personales satisfactorias con otros chicos, con sus padres y profesores, y eviten así comportamientos y actitudes que pongan en riesgo su salud o bienestar.
En 2015 del total de personas atendidas, 10.042 fueron niños y adolescentes que recibieron atención personalizada en el denominado «medio abierto», es decir en calles, parques, patios de instituto o aledaños de colegios con el fin de prevenir situaciones que afecten a su desarrollo; a través de este servicio los menores y jóvenes reciben información sobre recursos municipales y se les ofrece la posibilidad de incorporarse a otros grupos o actividades deportivas, culturales o de ocio que se desarrollan.