Voluntarios de la asociación proteccionista La Huella Roja de Almería rescataban el pasado sábado a un cachorro que fue se hallaba en una escombrera dentro de una bolsa de basura, con las patas retenidas y una brida en el hocico que le impedía abrir las fauces para ladrar.
Los voluntarios salían de paseo con otro de los animales que cuidan, una perra llamada Meca que al llegar al lugar comenzó a alertarlos con ladridos. «Se paró en seco, se quedó atenta unos segundos y tiró fuerte» para guiar a las voluntarias hasta la escombrera, donde encontraron al animal entre la basura.
Allí encontraron al cachorro, a la que se ha llamado Campa, una hembra que estaba atada y amordazada.
Campa, que fue conducida a las instalaciones de la protectora para una exploración en profundidad, «tenía muchísima sed y hambre, pero se encuentra bien. «No queremos ni imaginarnos que hubiera pasado si Meca no la hubiera encontrado, es una heroína», han valorado desde el refugio.
La protectora —que supera el centenar de ejemplares pendientes de adopción— se ha hecho cargo de Campa, que ya ha recibido más de 100 mensajes de particulares interesados en quedársela. De igual modo, han aparecido personas interesadas en adoptar a Meca, que llegó a la protectora «con quemaduras y las orejas cortadas», y «extremadamente delgada», pero que actualmente está «recuperada».
