Estos enterramientos requieren fosas orientadas al Este, que se hagan de forma agrupada y que las tumbas tengan sencillas inscripciones
El Ayuntamiento de Pamplona está estudiando la posibilidad de facilitar el enterramiento de los vecinos de origen musulmán a través de los servicios del Cementerio Municipal de San José.
Representantes del área de Ecología Urbana y Movilidad han mantenido reuniones con miembros de la Comunidad Musulmana de Navarra y de la Comunidad Musulmana de Pamplona, las dos asociaciones que agrupan a la mayoría de las personas de este culto en la ciudad.
En los encuentros, estas entidades han solicitado que se habilite algún tipo de solución que facilite los enterramientos mediante la modificación del protocolo actual que los limita. La prohibición obliga a las familias a optar por la repatriación o por el traslado hasta el cementerio de Zaragoza, con los consiguientes gastos económicos.
Las peticiones planteadas por la comunidad musulmana se resumen fundamentalmente en tres: la posibilidad de orientar las fosas en dirección al Este, la de hacer los enterramientos de forma agrupada y, por último, la de añadir alguna inscripción sencilla a las tumbas. En estos momentos, el Consistorio está estudiando la propuesta tanto desde los servicios jurídicos como desde el propio Cementerio Municipal.
Ejemplos en ciudades como Zaragoza, Murcia y Málaga
Actualmente ya existen ciudades que cuentan con un protocolo de actuación específico, como son Zaragoza, Murcia y Málaga, que permiten el enterramiento de ciudadanos de origen musulmán o de otras religiones. En algunos casos, como en Zaragoza, el Ayuntamiento optó por realizar un convenio con una de las entidades representativas de la comunidad.
En el caso de Málaga se modificaron los protocolos de actuación de manera que los trabajadores municipales pueden realizar de manera directa las pequeñas adaptaciones que requieren los familiares sin que haya sido necesario modificar la ordenanza ni realizar ningún otro tipo de actuación.
Una de las mayores dificultades que solían enfrentar los consistorios para facilitar este tipo de inhumaciones eran las solicitudes de enterramientos sin ataúd que en algunas ocasiones cursaban miembros de la comunidad musulmana.
Sin embargo, en general, la inmensa mayoría de los miembros de esta comunidad realizan sus enterramientos usando un féretro. La costumbre más extendida es la de usar féretros ‘sencillos y baratos’. Además, existen protocolos de actuación a este respecto en los propios tanatorios privados de la ciudad por lo que el Ayuntamiento no tendría que realizar ninguna modificación.