Una ruta turística invita al Quijote a conocer la Zaragoza del siglo XVII

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PRUEBA

Zaragoza Turismo ofrece desde este sábado la posibilidad de viajar a la ciudad del siglo XVII y adentrarse en la ‘Zaragoza que pudo conocer el Quijote’. Con esta iniciativa, el Ayuntamiento se suma a los actos conmemorativos del 400 aniversario del fallecimiento del escritor Miguel de Cervantes y anima a su personaje más célebre, Don Quijote, a visitar por fin la ciudad que no llegó a conocer en la segunda parte de la novela.

La concejal de Educación e Inclusión del consistorio zaragozano, Arantza Gracia, ha participado este miércoles en este recorrido guiado que llevará a turistas y zaragozanos a pasear por el Casco histórico de la ciudad, desde el Torreón de la Zuda –donde se sitúa una oficina de turismo–, por la Plaza del Pilar, la Catedral de la Seo, el Museo Goya Colección Ibercaja, para terminar en el Palacio de Sástago.

Gracia ha recordado que la primera parte del Quijote finaliza indicando que el Ingenioso Hidalgo visitaría Zaragoza para participar en unas justas por las fiestas de San Jorge, pero finalmente nunca llegó y esta visita guiada explicará por qué, ofreciendo múltiples detalles de la ciudad de principios del siglo XVII.

Durante casi toda la novela, Don Quijote se dirige a Zaragoza para asistir a estos torneos en los que podría ganar fama, pero no llegó a su destino y el culpable es el Quijote apócrifo de Avellaneda, que se publicó en 1614 como una continuación de las aventuras del caballero antes de que lo hiciera la segunda parte de la obra de Cervantes, lo que le obligó a escribir de nuevo lo que ya había creado.

Alonso Fernández de Avellaneda llevó a su Quijote a Zaragoza y fue el culpable de que Cervantes cambiara en su segunda parte el destino de su personaje, encaminándolo directamente a Cataluña, pasando por tierras aragonesas, pero sin pisar la capital, para que terminara sus aventuras en Barcelona.

Viajar al pasado

Los sábados por la tarde, desde este próximo 23 de abril, zaragozanos y turistas podrán viajar «cuatro siglos atrás» en la ciudad en un recorrido de unas dos horas y media de duración que tendrá un coste de 5 euros.