Ochenta años hace que nació una de las figuras más emblemática y geniales del teatro español, Nuria Espert. Este miércoles, se ha convertido en la ganadora del Premio Princesa de Asturias de las Artes.
Su labor competía con otros grandes nombres, 40 candidatos al premio, entre los que estaban la violinista Anne-Sophie Mutter, la candidatura conjunta de Ennio Morricone y John Williams, o el artista estadounidense James Turrell, entre otros. Es la segunda ocasión que el Premio de las Artes recae en una gran figura de la interpretación y el teatro, tras el que obtuvo el italiano Vittorio Gassman en 1997.
El jurado ha destacado que Espert «representa la recuperación y la continuidad de la gran tradición del teatro español, tanto en lengua castellana como en lengua catalana». También han señalado que a lo largo de su carrera, su teatro «se caracteriza por la fidelidad a los ideales y aspiraciones del humanismo y ha estado siempre al servicio de la poesía y de la esencia de la escritura dramática».
Nacida en Hospitalet de Llobregat (Barcelona) en 1935, su trayectoria pasa por la interpretación, pero también la producción y la dirección en los teatros y coliseos de ópera más relevantes del mundo. Su primer gran éxito le llegó a los 19 años con Medea. En 1969 trabajó en Las criadas y en 1971 en Yerma, ambas dirigidas por Víctor García, espectáculos con los que recorrió el mundo occidental y parte de Asia.
