Los científicos de un programa de la Universidad de Chicago han descubierto los mecanismos intracelulares que dejan las células cancerosas «literalmente atascadas» dentro de un tumor primario, impidiéndoles que se extiendan por todas partes del cuerpo, evitando la metástasis.
Estudiaron qué pasaría si consiguieran parar un proceso en las células cancerosas conocido como ‘autofagia’. Este proceso desempeña un papel clave en las células sanas, limpiándolas de materiales dañados y proteínas deformes, eliminando patógenos y ayudándolas a defenderse. Pero cuando los genes asociados a la autofagia se eliminan de las células cancerosas, estas dejan de poder desplazarse.
«Literalmente se atascan», explica el jefe de equipo. «A través de un microscopio, se puede ver cómo la célula se tambalea, trata de moverse, encontrar algún abultamiento nuevo, migrar. Pero no pueden». «Básicamente, las células del tumor faltas de autofagia no pueden migrar y, por lo tanto, no pueden viajar a otra ubicación».
La pruebas se hicieron en ratones de laboratorio con distintas sustancias para inhibir la autofagia y de esta manera evitar las metástasis. Entre estas destacó la hidroxicloroquina: una droga que se usa en muchos países para tratar la malaria y la artritis reumatoide.
Una vez insertadas en los pechos de ratones hembras, las células cancerosas formaron unos tumores grandes pero, bajo el impacto del medicamento, no se extendieron a los pulmones, al hígado ni al tejido óseo.