La Policía ha lanzado una alerta ante el incremento de casos de robos perpetrados por el método del llamado “hurto amoroso” o “hurto cariñoso”. Una veintena de personas ha presentado denuncias desde mediados de abril hasta hoy, tras haber sido víctimas de la sustracción de joyas o dinero a través de este método.
Los policía tienen identificados a algunos de los autores de estas actividades ilícitas que operan en el Principado y que pertenecen a grupos organizados, la mayoría procedentes de Rumanía.
Su ‘modus operandi’ consiste en hacer primero una selección de sus víctimas entre las personas que encuentran en la calle sin compañía y que, aparentemente, presentan un mayor grado de vulnerabilidad. Prefieren mayores de entre re 70 y 90 años, se acercan a ellos y entablan conversación.
Tras ganarse su confianza con una charla banal, les abrazan efusivamente, una falsa muestra de cariño o agradecimiento que aprovechan para robarle los objetos de valor que lleven encima sin que se den cuenta.
La Policía reconoce que, en el último mes, han empezado a proliferar este tipo de denuncias, especialmente en las grandes ciudades. En las comisarías de Oviedo, Gijón, Avilés y Mieres se están tramitando diligencias por este tipo de hurtos.
Los delincuentes actúan por grupos muy bien organizados. Siempre van dos mujeres juntas, a las que acompañan uno o dos hombres, dependiendo de las circunstancias.
El perfil de los delincuentes responde al de una persona que ronda los 30 años y procede de países del Este aunque también hay una minoría de españoles.
«Si la víctima opone resistencia o grita, al ver acercarse a una persona desconocida para darle un abrazo, se marchan inmediatamente en busca de otra víctima más vulnerable. Estos delincuentes utilizan muchas argucias para ganarse la confianza de estas personas de edad avanzada a las que ven solas sentadas en un banco de la calle o en un parque. Tienen dos formas de actuar: o bien preguntan por una dirección o bien piden donativos o firmas para cualquier organización, y en ese momento aprovechan para quitarles lo que lleven encima de valor, como relojes, pulseras, anillos, colgantes….», señalan fuentes policiales.