Tiró por la ventana a su bebé de 16 meses y a su hija de 10 años, porque el Corán se lo ordenaba y queda absuelta

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PRUEBA

La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Toledo ha absuelto a M.T.R.S, la madre acusada de arrojar a sus dos hijos por la ventana en la localidad toledana de Recas en abril de 2015, del delito de asesinato en grado de tentativa al estimar que en el momento de ejecución de los hechos presentaba un estado de intoxicación por consumo de drogas.

Le ha impuesto indemnizaciones para sus hijos, que afortunadamente salieron con vida, la obligación de internamiento en centro de deshabituación por tiempo de seis años y la retirada de la patria potestad.

Deberá indemnizar a sus tres hijos.; a D.M.R. -de 16 meses de edad cuando ocurrieron los hechos- con 550 euros por las lesiones causadas, y con 10.000 euros por los daños morales sufridos. A S.C.R. -de 10 años de edad y que también fue arrojada- en la cantidad de 1.720 euros por las lesiones causadas y en 10.000 euros por los daños morales sufridos; y a Y.R.R. en la cantidad de 10.000 euros por los daños morales sufridos, al considerar el tribunal que fue sometida a un delito de maltrato habitual.

El escalofriante suceso se producía sobre las 20.15 horas del día 20 de abril de 2015. La mujer estaba con sus hijos en el domicilio familiar sito en la localidad de Recas, cuando, a consecuencia del trastorno psicótico por el consumo de Cannabi), comenzó a tener ideas delirantes, mientras leía el Coran y según ella misma «el moro me ha dicho que la tire por la ventana».

Tiró por la ventana desde una altura de más de tres metros a su bebé y después cogió del cuello a su hija y la arrojó también, saliendo después ella al quicio de la ventana quedándose colgada hasta que en un momento dado cayó al suelo.

El bebé de 16 meses de edad sufrió heridas consistentes en traumatismo craneoencefálico y traumatismo en miembro inferior derecho, mientras, la niña de 10 años sufrió lesiones consistentes en politraumatismo y gonalgia izquierda.

Dos meses antes de los hechos, aproximadamente, la acusada visitaba a la psicóloga de la ONG Mensajeros de la Paz, de la que era voluntaria, puesto que estaba teniendo un comportamiento nervioso, histérico y desconfiado que estaba repercutiendo en la relación con sus hijos.

Previamente, la investigada con ánimo de causar menoscabo físico en su otra hija Y.T.R.R., de 13 años de edad., y sin que conste que sufriera trastorno psiquiátrico de ningún tipo, le golpeaba de manera habitual con paraguas, cinturones, un plumero, el palo de una escoba y la agarraba del pelo, sin que la menor acudiera nunca al médico por estos hechos y teniendo cicatrices en la pierna por los golpes con el cinturón y también otras cicatrices por los golpes dados con el plumero.