Un 40% de las embarazadas por Fertilización in Vitro considera que el tratamiento es muy estresante. La mayoría reconoce que el psicólogo les ayuda a manejar sus emociones.
Investigadores de la Universidad de Medicina de Liubliana (Eslovenia) han comparado un grupo de embarazadas a través de la Fertilización in Vitro (FIV) con mujeres que lo han logrado de forma natural. Para llevar a cabo el estudio, los autores han evaluado un total de 153 embarazadas que se encontraban entre las 5 y las 26 semanas de gestación. Todas las participantes han respondido un cuestionario acerca de sus relaciones sociales, la sexualidad de la pareja, la percepción del embarazo y la evolución de su bienestar psicológico durante esta etapa.
Los resultados, publicados en ‘Slovenian Journal of Public Health’, concluyen que no hay diferencias entre los dos grupos con respecto a sus sentimientos sobre el embarazo. Sin embargo, las mujeres que se han sometido a la FIV sufren una mayor carga emocional negativa. Así, un 40% de ellas considera muy estresante este tratamiento. Además, cuanto más elevado es el nivel de tensión, más baja es la satisfacción con su bienestar psicológico. Los investigadores también han observado situaciones de aislamiento social y problemas de sexualidad antes del embarazo en este mismo grupo.
En el estudio se evidencia la importancia del psicólogo en la evaluación y tratamiento de parejas que afrontan una situación de infertilidad. Este profesional será de gran ayuda en momentos de crisis emocional pero también como herramienta de prevención y adquisición de estrategias que conviertan este proceso en una etapa sana y adaptativa.
No quieren ser solo pacientes
Las personas o parejas que acuden a los centros de reproducción asistida no quieren ser otro caso de infertilidad. Para ellos, los avances médicos son importantes pero también las relaciones humanas que se establecen con los médicos que siguen su tratamiento. En este sentido, uno de los aspectos que más valoran es el el trato cercano y cálido así como el acompañamiento emocional.
Por estos motivos, el psicólogo o coach adquiere cada vez más protagonismo. Clínicas como Fertilab, el Instituto Catalán de Fertilidad, demuestran que las unidades de psicología deben abrir sus puertas de par en par a las personas que deciden iniciar este camino. El objetivo de cada una de las sesiones que se llevan a cabo es detectar dudas, revisar los recursos adaptativos individuales de cada persona y promover la toma de decisiones durante el tratamiento para hacerlas más fáciles de afrontar.
No en vano, el estudio concluye que gracias al apoyo psicológico, las mujeres que se han sometido a la FIV también disfrutan de la gestación, especialmente a partir de las 20 semanas. En esta etapa, las emociones se tornan más positivas y aumenta la sensación de bienestar al comprobar que el embarazo es, por fin, una realidad.
Fertilab es uno de los centros de reproducción asistida más destacados de Barcelona y reconocido internacionalmente. Día a día, trabajan con las técnicas más innovadoras y con un equipo multidisciplinar para afrontar cada caso de forma individual. Ofrecen una amplia variedad de tratamientos, desde los más básicos hasta los más sofisticados. Desde que abriera sus puertas, en el año 1996, el 85% de las parejas han visto cumplido su sueño: tener un hijo.