Uno de los supervivientes de la masacre en el Club Pulse de Orlando, grabó un video mientras permaneció escondido en el baño del local con unas treinta personas más.
Una treintena de personas lograron esconderse en uno de los baños del Club Pulse de Orlando, mientras Omar Mateen disparaba a discreción en la terrible masacre que acabó con la vida de 49 personas. Entre ellos se encontraba Miguel Leiva, que tuvo la sangre fría de captar durante unos momentos las imágenes de los que estaba ocurriendo.
Mientras Mateen les gritaba para que salieran del aseo y les amenazaba de muerte.
Cuenta Leiva que solo la mitad de los que se habían escondido allí pudieron salir con vida. Mateen consiguió entrar en los aseos minutos antes de que los agentes lo abatieran, pero tuvo tiempo de disparar y dejar un reguero de muertos y varios heridos, entre ellos Leiva.
«Nada más estuvimos allí quietos, y todo el mundo tenía sus teléfonos llamando», recuerda, explicando que «la única manera que supimos de hacer a nuestras familias saber que estábamos bien fue grabarlo todo para dejarles escuchar que estábamos intentando a permanecer en silencio y enviar el video», explica el superviviente.