La Asociación Catalana para un Parto Respetado ve los hechos de «extrema gravedad».
El hospital Sant Joan de Déu en Sant Boi de Llobregat recurrió a la Justicia para obligar a una mujer a que los médicos le indujesen el parto mediante una orden judicial, esgrimiendo peligro inminente para el nonato. La madre había dejado patente desde el inicio de su embarazo su deseo de tener un tener un ‘Parto respetado’, es decir que el parto se asistiera en las condiciones que los progenitores desearan.
La Asociación Catalana para un Parto Respetado, Dóna llum, ha considerado que se trata de unos hechos de «extrema gravedad».
La entidad ha detallado que la paciente rechazó en dos ocasiones el consejo del equipo médico de inducir el parto, acogiéndose al «derecho de la autonomía del paciente».
Tras la segunda negativa, el centro recurrió a la Justicia, y agentes de los Mossos d’Esquadra se personaron en casa de la paciente y la acompañaron hasta el centro, donde le indujeron el parto seis horas más tarde.
Esta espera, según la organización, demuestra que no existía tal peligro inminente ni un riesgo para la criatura que justifique la orden judicial.