El Parlamento de Alemania ha aprobado una nueva ley que define qué es una violación, estableciendo que cuando alguien dice «no» a una relación sexual «significa no», incluso si la víctima no se resiste al agresor.
Según la ley anterior, la víctima debía haberse defendido físicamente para que un acto constituyera violación. Negarse no era suficiente para inculpar a alguien y no existía una definición de consentimiento.
Esta ley permitió a muchos hombres evitar condenas por violación ya que la ley anterior ponía el énfasis en la resistencia de la víctima a su agresor, cosa que no siempre resulta posible.
La nueva ley toma en cuenta tanto las señales físicas como verbales de la víctima para determinar si hubo violación. En teoría, decir «no» ahora podría probar la falta de consentimiento y, por ende, la existencia de una violación.