La delegación australiana que ha viajado hasta Río de Janeiro para participar en los Juegos Olímpicos se ha negado a instalarse en la villa olímpica, alegando graves problemas de electricidad, agua y gas y «mucha suciedad».
No son los primeros deportistas que han elevado críticas sobre el estado en el que se encuentra el espacio que albergará a los disputarán los Juegos Olímpicos. Algunos de los apartamentos han sido tachados de «inhabitables».
Pero al alcalde de Río de Janeiro, Eduardo Paes, parece que la protesta de los australianos le ha hecho mucha gracia, y se ha ofrecido a meter canguros en sus alojamientos para que se “sientan como en casa”.
El Comité Olímpico Australiano rebatió las declaraciones de Paes y afirmó que la delegación no necesita canguros «sino un fontanero que resuelva las piscinas» que encontraron «dentro de los apartamentos».
La ‘alcaldesa’ de la villa, la exjugadora de la selección brasileña de baloncesto Janeth, aseguró que las instalaciones «no están todavía al ciento por ciento», pero confia en que todo será «resuelto» en los próximos días.
Tras el incidente, el Comité Olímpico de Río de Janeiro ha contratado a 500 funcionarios para solventar a contrarreloj los problemas identificados hasta el momento.