La mezquita de la localidad de Saint Etienne du Rouvray estaba construida sobre una parcela de terreno que en el año 2.000 fue donada por la parroquia de Santa Teresa, la misma que esta semana ha sido asaltada por dos criminales del del Estado Islámico, que asesinaron al sacerdote Jacques Hamel, hirieron de gravedad a otro de los feligreses y retuvieron durante un tiempo a la media docena de personas que asistían a la eucaristía.
Mohammed Karabila, el presidente del Consejo Regional de Musulmanes de la Alta Normandía e Imán de la mezquita en Saint-Etienne-du-Rouvray, se ha mostrado «consternado por la muerte de mi amigo», el sacerdote de 84 años, Jacques Hamel, degollado por los terroristas al grito de «Alá es grande» y «vosotros los cristianos nos oprimís», según ha relatado la monja sor Danielle, que se encontraba en la iglesia, pero logró huir del asalto y dar la voz de alarma.
«No entiendo nada de todo ésto», dijo Karabila. «Todas nuestras oraciones están con su familia y con la comunidad católica, que está sufriendo».