Un control de tráfico de la Policía Vasca que estaba en la calle Padura de la localidad vizcaína de Elorrio vio pasar un vehículo hasta arriba de fardos de paja, su dueño había cargado los fardos sobre el techo, el capó, dentro del maletero y sobre los asientos.
Es decir no veía nada, ni por delante, ni por los lados, ni por detrás, pero ¿quién dijo miedo?. Pues la Ertzaintza que le hizo saber que así no se podía conducir un coche…hombre de dios!
Tras darle el alto y multarle por el riesgo que suponía para la seguridad vial, se le instó a vaciar la carga. Otro vehículo preparado para llevar los fardos los recogió poco después en el lugar.
