Los violadores de las Fiestas de San Fermín

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EL “PRENDA” Y SUS COLEGAS

Ante los hechos contenidos en el auto del juez, las exquisiteces del derecho constitucional a la presunción de inocencia, queda reservado para quien deba impartir Justicia. Pero la Justicia emana del pueblo y se aplica por los jueces y magistrados en nombre del Rey. En román paladino esta banda de presuntos delincuentes son unos criminales sin más apelativos.

Pero nadie está libre de responsabilidad frente a estos hechos execrables. El macho ibérico se engendra en el seno de las familias arropado por la sociedad. Este repugnante perfil crece y se desarrolla en los parvularios, en las escuelas públicas y privadas. En las universidades y escuelas de negocios. Se practica en el trabajo y en la vida social. Que nadie se escandalice. No existe en España un diseño educativo que luche desde la más tierna infancia, contra la desigualdad que impera en las familias, en el trabajo, en los lugares de ocio, en la cultura, en la política y en los sectores religiosos. El franquismo y el nacionalcatolicismo vienen imponiendo su cultura machista ante la hipocresía de las izquierdas y las derechas.

Las raíces de esta perversión social están en haber mantenido los Acuerdos con la Santa Sede, fuera del marco constitucional. Los obispos se erigen en pedagogos en materias que no son de su incumbencia. Han perdido el púlpito para realizan su proselitismo en los medios, en los colegios del Opus Dei y en las cátedras episcopales. Impensable en cualquier país europeo de corte laico. Otra de las raíces está en la carencia de una educación sexual desde la infancia. La realización sexual es un derecho donde más se ejerce, si cabe, el respeto, la libertad, la igualdad y la responsabilidad. Sin olvidar que los comportamientos machistas gozan de la complicidad de todos los estratos sociales. En el papel otorgado en las familia a los niños y las niñas. Donde comienza la supremacía del hombre sobre la mujer. Las conductas machistas se inician en la adolescencia donde las niñas, sobre todo, aceptan la supremacía masculina. Los institutos donde el acoso escolar, el incipiente machismo aceptado por las adolescentes y la homofobia, están instalados ante los cuadros docentes que no saben, no contestan… Los acosos violentos y los suicidios parece que no sean síntoma suficiente para erradicar esta plaga machista.

Cuando el juez ha narrado los hechos de estos cinco machistas indeseables, todos nos hemos rasgado la vestiduras, mientras las medidas cautelares de otros magistrados y otras sentencias causan no solamente extrañeza sino escándalo público. Pero es que del perfil machista nadie estamos libres, porque así nos han educado y así estamos dispuesto a educar a nuestros hijos.

Escrito para azperiodistas.com por Pedro Taracena Gil.