Benjamin Chope es un británico de 24 años con un sentido del humor un poco peculiar y que le ha supuesto además un arresto.
El 1 de abril, Día de los Inocentes de Gran Bretaña, Chope introdujo pastillas de viagra en ocho pasteles caseros de gelatina y se los dio a probar a sus jefes. Uno de sus superiores terminó ingresado tras ingerir uno de los dulces.
En el juicio Chope reconoció que había adquirido 30 pastillas de viagra por internet y una vez pulverizadas las mezcló con sus pastelitos de gelatina. El joven era conocido en su empleo por llevar pasteles habitualmente.
Pero no lo volverá a hace más, al menos en esa empresa, ya que de inmediato fue despedido, denunciado y condenado a 80 horas de trabajo sin paga y 12 meses de voluntariado forzoso.