El alto el fuego en Siria se ha iniciado este lunes a las 16.00 GMT, según ha confirmado el Ministerio de Defensa ruso, en el marco del acuerdo en Ginebra por Rusia y Estados Unidos, la semana pasada.
Se trata el segundo intento del año de parte de Washington y Moscú por detener una guerra civil que lleva más de cinco años.
Según las autoridades rusas, los ataques aéreos contra los grupos terroristas Estado Islámico y Frente al Nusra continuarán, ya que no forman parte del acuerdo.
El Ejército sirio anunció la tregua a las 19.00 hora local, el momento en que entró en vigor, diciendo que el «régimen de calma» de siete días sería aplicado en todo el país. La fuerza se reservó el derecho de responder a cualquier violación de parte de «grupos armados».
Los grupos rebeldes que buscan derrocar al presidente Bashar el Asad emitieron un comunicado conjunto en el que mostraron reservas a un acuerdo al que describieron como injusto. Pese a que el escrito no respalda explícitamente el alto el fuego, fuentes rebeldes dijeron que lo respetarán.
En un gesto cargado de simbolismo, la televisión estatal mostró a Asad visitando Daraya, un suburbio de Damasco que estuvo mucho tiempo en poder de los rebeldes, pero que fue recuperado el mes pasado por las tropas de Gobierno.
El alto del fuego incluye un mejor acceso a la ayuda humanitaria y objetivos conjuntos entre Estados Unidos y Rusia contra los islamistas de línea dura. Sin embargo, el pacto enfrenta grandes retos, entre ellos la manera de separar a los rebeldes nacionalistas de los yihadistas.
