La delegación española ha logrado 31 medallas, once menos que en Londres, es el medallero más bajo desde Arnhem 1980, cuando se lograron 23 preseas.
España se marcha de los Paralímpicos de Río con 31 medallas; nueve oros, catorce platas y ocho bronces. La delegación española terminó en el undécimo puesto del medallero, seis más arriba que hace cuatro años, porque obtuvo un oro más que en 2012.
Estos resultados dejan patente la tendencia a la baja de los últimos años. De hecho, es el peor resultado de nuestros paralímpicos desde 1980, cuando en Arnhem solo se lograron 23 medallas (un oro, 13 platas y nueve bronces). La falta de relevo en los atletas, y la elevada edad de muchos de los que compiten, se ha hecho notar, así como la poca inversión financiera.
“La renovación del equipo no se está produciendo adecuadamente, la edad media está aumentando y por cada gran deportista que se retira no entra uno con ese nivel”, comentó Jofre antes de la cita de Río.
La natación sigue siendo el deporte estrella y donde España ha logrado más medallas. 17 en total, 6 de ellas de oro.
Teresa Perales ganó cuatro medallas (un oro y tres platas) en las seis pruebas en las que participó. No logró su objetivo de alcanzar a Michael Phelps, pero sus 24 medallas en total, la convierten en la gran referencia de nuestro deporte paralímpico.
A los cuatro metales de Perales hay que sumarles los dos oros de Israel Oliver. El canario mostro su mejor versión en Río y se impuso en los 100 mariposas y los 200 estilos. También destacó Sarai Gascón con tres platas en los 100 libre, 100 mariposa y 200 estilos y Michelle Alonso que revalidó el título de campeona olímpica en los 100 braza.
Otros dos debutantes a tener en cuenta son Nuria Marqués, que con solo 17 años, logró el oro en 400 libre y la plata en 100 espalda, y Óscar Salguero que, a sus 18 años, se llevó el oro en los 100 braza.
El encargado de inaugurar nuestro medallero fue Kim López. El lanzador valenciano no pudo tener mejor debut en unos paralímpicos y se llevó el oro en lanzamiento de peso, con un lanzamiento de 16,44.
Los ciclistas también nos dieron alegrías, ya que con ellos España sumó otras tres medallas. Alfonso Cabello que ganó el bronce en el kilómetro contrarreloj y el bronce en la prueba de velocidad por equipos. En la prueba de ruta, el tándem formado por Ávila-Font se colgó la plata al terminar segundo en la prueba de fondo en carretera (de 99 kilómetros).
Tampoco le fue mal a España en Tenis de mesa donde se sumaron dos nuevas platas. Una la consiguió Álvaro Valera, que cayó en la final como ya le ocurrió en Londres, y la plata por equipos para el trio formado por Ruiz, Cardona y Pérez.
Jairo Ruiz se colgó el bronce en triatlón, un deporte que en Río se estrenaba por primera vez en unos Juegos Paralímpicos.
No debutaba el baloncesto en silla de ruedas, pero sí era la primera vez que la selección española lograba una medalla. Consiguieron una meritoria plata después de caer en la final ante Estados Unidos por 52-68.
El catalán Gerard Descarrega, junto con su guía Marcos Blanquiño, obtuvo el oro en los 400 T11 y lo hizo batiendo el récord de Europa (50:22), mientras que en la atleta navarra Izaskun Oses se llevó el bronce en la prueba de 1.500.
Y en la última jornada, para cerrar por todo lo alto llegaron tres medallas en maratón. Elena Congost puso el broche de oro al proclamarse campeona olímpica en la maratón para discapacitados visuales. Abderramán Ait y Alberto Suárez lograron sendas platas en las pruebas de maratón para discapacitados físicos y visuales, respectivamente.