Un Policía Nacional fuera de servicio salva la vida a un bebé que se encontraba sin pulso ni respiración en Sagunto

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PRUEBA

Un agente de la Policía Nacional fuera de servicio atendió la tarde del lunes en Sagunto a un bebé de un año de edad sin pulso ni respiración en un centro comercial de esa localidad. El policía paseaba con su mujer cuando vio un revuelo de gente que le llamó la atención, por ello se acercó y observó a un niño de un año de edad con los ojos cerrados y sin respuesta a estímulos. Gracias a la actuación del policía el menor fue estabilizado y trasladado a un hospital.

Los hechos ocurrieron sobre las siete y cuarto de la tarde del lunes cuando un policía fuera de servicio que se encontraba acompañado de su familia en el interior de un comercio, observó un revuelo de gente en el exterior por lo que acudió a ver lo que sucedía. El policía vio a varias mujeres en el suelo alrededor de un niño pequeño y a una de ellas que gritaba “MI NIÑO, MI NIÑO”, por lo que activó el protocolo PAS, tras solicitar servicios médicos de urgencia.

El agente comprobó que el niño, de un año de edad aproximadamente, tenía los ojos cerrados y no reaccionaba a los estímulos. Tras verificar la ausencia de pulso y que no respiraba comenzó la maniobra de Heimlich en infantes ante la posibilidad de que se hubiera atragantado y tuviese las vías respiratorias obstruidas. Tras colocar al menor en posición de seguridad golpeó sobre las escápulas comprobando como empezaba a reaccionar tirando espuma por la boca por lo que le bajó la mandíbula con la mano e introdujo los dedos para que no se ahogara con su propia lengua, reaccionado con un ronquido y mordiendo en acto reflejo el dedo del agente.

Mientras tanto la mujer del policía salió al exterior del centro comercial a la espera de los servicios médicos, paró a una patrulla de la Policía Local que en ese momento pasaba y tras contarle lo sucedido, trasladaron en el coche policial al agente actuante con el bebé y a la madre. El agente durante el trayecto llamó a la Sala del 091 para informar de que iban camino del hospital para que se avisaran al centro hospitalario.

Una vez en el hospital, al dejar el policía al bebé en la camilla, éste comenzó a llorar siendo atendido inmediatamente por los médicos. Instantes después llegaba al hospital la abuela del menor en un elevado estado de nerviosismo por lo que el policía se esperó con ella para tranquilizarla hasta la llegada de más familiares. El menor quedó ingresado toda la noche en observación.

La actuación policial fue rápida y efectiva, logrando salvar la vida del bebé. Éste al parecer estaba subido en una pequeña atracción del centro comercial y se desplomó quedando inconsciente en el suelo.