La mayor revolución que ha experimentado la gestión de la información en la Seguridad y Salud Laboral ha sido la irrupción de los Smartphone como herramienta de trabajo. Nos ha permitido pasar de la etapa analógica a la digital y avanzar hacia la aplicación del «Internet de las cosas (IotT)» y la normalización del uso de «wearables» en la gestión preventiva en nuestras organizaciones.
La etapa “analógica” puede comprender desde los inicios de la gestión preventiva hasta finales del siglo XX y se caracteriza por el uso del papel (o sus derivados) como soporte principal para la toma de datos, generación de informes, reporting y almacenamiento de información; la gestión de un volumen relativamente reducido de datos y un esfuerzo importante para cruzar y explotar dichos registros; o el uso de la tecnología limitado a servir de instrumento para elaborar los documentos que después se distribuían a los diferentes actores en formato impreso.
La etapa “digital” llega hasta nuestros días y sus características principales van desde la Integración de la movilidad en la gestión preventiva, gestión de múltiples flujos de información, tratamiento y gestión de distintas fuentes y variables de datos, universalización de la gestión preventiva, o el uso de distintas herramientas tecnológicas (Apps) adecuadas a cada necesidad.
Pero el salto cualitativo en la gestión de la información en seguridad y salud vendrá con la aplicación de la “Internet de las cosas (IotT)” y la normalización del uso de “wearables” en la gestión preventiva en nuestras organizaciones. Esta será la etapa la integración y conexión online de todos los equipos que nos rodean y que utilizamos de forma casi inconsciente. Así podremos compartir y gestionar toda la información generada y que sea relevante para nuestros objetivos.
Ya se están aplicando soluciones en dicho ámbito, como por ejemplo, instalaciones de edificios que monitorizan constantemente las condiciones ambientales y ajustan automáticamente los valores de iluminación, temperatura y humedad, consiguiendo de esta manera hasta un 40% de ahorro en el consumo de energía.
La utilización masiva de “wearables” supondrá un cambio radical en el paradigma de explotación de datos. En tiempo real podremos disponer de datos psicofísicos de nuestros colaboradores que nos proporcionen información objetiva e inmediata de su estado de salud, cansancio, alerta o tensión.
Podremos conocer en tiempo real cual es la grado de exposición a contaminantes químicos, físicos o biológicos al cual están expuestos las personas y tomar decisiones inmediatas, sin necesidad de costosos, largos y complicados análisis químicos.
También tendremos acceso de manera ágil e instantánea a gran cantidad de datos de seguridad contenidos en etiquetas inteligentes adheridas a equipos, instalaciones o incluso productos que podremos “leer” desde nuestros dispositivos móviles.
Para saber más de los nuevos retos que nos presentan la Internet de las cosas y “wearables” ver PrevenBlog.
