¿Qué sabes de las brujas?

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Lo de mis brujas es un decir, porque siempre son, fueron siempre, de ellas mismas…Pero si hay una cosa que debo aclarar: Para entrar en su mundo, hay que dejar a un lado las ideas preconcebidas, las convicciones no probadas y las vivencias ajenas para cambiarlas por las experiencias propias.

Eso, o te pasará lo mismo que le ocurre a la gente con las religiones, que navegan y navegan en ellas, pero nunca llegan a buen puerto. Eso si, como a veces encuentran refugio para algunos de sus miedos, creen que con eso ya se ha logrado todo.

!Que error!, porque nadie que profese una religión puede llegar a la verdad, o llegar a Dios, que casi viene a ser lo mismo. Es imposible…la propia religión hace de lastre, te esclaviza y te ciega…

¿Entonces los Papas, los santones, los budas o los monjes tibetanos, por poner unos ejemplos, ¿No están cerca de Dios?…Ni por asomo…todos ellos creen estar cerca de Dios, que no es lo mismo, pero en realidad, están a años luz de Él…Solo con la desnudez más absoluta se llega a Él. Solo a través de la propia experimentación se llega hasta Dios. Y no hay otro camino por más que se empeñen los santones del Vaticano, los de La Meca o Jerusalen.

Lo mismo pasa con las brujas, salvando las distancias. Solo experimentando con ellas, si es que consigues que alguna de ellas te deje penetrar en sus arcanos lo puedes lograr, aunque solo parcialmente, porque nunca se avienen a mostrar a los profanos todos sus poderes y rituales.

El amor es el único camino…!Pero es tan difícil que una bruja se enamore de ti!…Solo a través del amor es posible, ya digo, o tienes que representar un reto a su infinito sentido de la posesión, cuyos parámetros solo ellas conocen.

En mi caso, yo acerté a descifrarlos, aunque no todos, pero no es lo habitual. La mayoría de los hombres no se enteran a lo largo de su vida en común, que su mujer, su amiga o su amante, era una bruja. Tampoco necesitan saberlo, esa es la verdad. Viven en un limbo de felicidad donde ellos, sin saberlo, cumplen el papel que sus mujeres brujas han preparado para ellos y como no saben, tampoco necesitan conocer más.

La elección de un hombre por parte de una bruja, siempre vendrá determinado por el papel que ella quiera jugar a lo largo de su vida, que siempre es un juego. Llevará una doble vida, o triple o cuádruple, que en una bruja eso es normal. El hombre elegido siempre le servirá de escudo o, a lo máximo que puede aspirar, de caniche de compañía o simple mascota, ya digo.

Por contra, en el caso de que el hombre elegido sea consecuencia de un reto, es siempre porque ese hombre la seduce por algo especial, algo singular que no poseen los demás hombres. De posesión va la cosa. Pero en este tipo de relación, el hombre nunca se dejará poseer…tampoco permitirá que ella lleve varias vidas a la vez…!Pero son condiciones inadmisibles para una bruja!….Luego vendrá inexorablemente una lucha terrible, sórdida y sin concesiones, hasta el mismo exterminio. Seguramente el hombre “perderá” la guerra, pero nunca se dejara dominar y “morirá” con las botas puestas…Al final él la abandonará, aunque ella lo amará siempre, pero sin posibilidad alguna de ser correspondida. Será el precio de su “victoria”…

¿Pero que es una bruja?…porque eso hay que tenerlo muy claro. Os anticipo que nada que ver con las “brujas” de la tele, las echadoras de cartas, las quirománticas, las adivinas, las santeras y toda la fauna habida y por haber…Puro fraude. Ni siquiera un “experto” como Julio Caro Baroja da en el clavo. El pobre escribano se pierde en galimatías técnicos que ni el mismo acierta a descifrar…bordea la esencia vivencial de las brujas, pero se queda fuera, en el pórtico, porque ninguna bruja le consideró apto, fiable o competente para compartir con él los arcanos ancestrales…

Cierto que muchas mujeres tienen facetas brujeriles reales, pero casi todas se quedan en eso, en facetas, simples aspectos… Nunca llegan a brujas de verdad. Las auténticas, las de verdad, son rotundas y totales…y tan sutiles, que hasta las livianas pompas de jabón se me antojan groseras si las comparas.

Brujas las hay en todo el mundo y se dan en todas las capas sociales. No son religiosas, si ello se entiende por cristianas, árabes, judías o de cualquier otra religión que se os ocurra, ni quieren serlo ¿Para que?, si conocen todos los arcanos de la naturaleza ancestral…

Tienen su propia religión y no necesitan otra. Aunque no se conozcan ni hablen el mismo idioma, se entienden a la perfección. Incluso pueden comunicarse entre ellas sin necesidad de teléfono aunque entre ambas brujas les separe un océano. Disponen…¿Como os diría?…como una especie de “red de internet” propia sin aparatos ni cámaras web, por donde todas ellas se comunican, tal como si estuvieran enlazadas entre sí por una especie de fibra óptica o de un cordón umbilical común que las une más allá del espacio y del tiempo.

Pero vamos a intentar dar una paso más para comprender algo mejor el fenómeno antropológico del mundo de las brujas…Todos conocemos las ceremonias que se hacen en todas las culturas a través de la música, la danza, rituales y con la ayuda de agentes psicoactivos como la mescalina, el peyote, el guaraná, el de ciertos hongos y ponzoñas de algunos reptiles o ranas…
Este tipo de sesiones, religiosas o paganas se dan en todo el mundo, desde los indios de la Amazonia, hasta los gurús de la India, desde las tribus Africanas, a las estepas de Asia, desde los rituales de algunas culturas de Europa, a las sesiones mántricas del Tibet …

En todas esas ceremonias los individuos, inducidos por toda la parafernalia de ritos, sonidos, danzas y brebajes, alcanzan situaciones límites al paroxismo y llevan a sus autores a situaciones de trance donde se transfiguran.
Miles de técnicas, miles de fórmulas, todas diferentes, pero todas válidas para alcanzar el mismo fin…traspasar los límites de la realidad tangible para entrar en ese otro mundo paralelo, que si bien se percibe, no se ve…es el de la otra realidad…

Los individuos que alcanzan ese estado de trance pueden permanecer en ese mundo paralelo hasta que los efectos que le llevaron a él, desaparecen. Ocurre que durante el tiempo que dura la experiencia, no son dueños de sí mismos. Son simples espectadores de una película que no protagonizan, cuando no, víctimas de un mundo que desconocen…

Ahí está lo que les diferencia de las brujas. Las brujas no necesitan de ninguna parafernalia, ni de ninguna ayuda psicoactiva para alcanzar ese mundo paralelo del que hablamos. Poseen la técnica, habilidad más bien, para entrar cuando y como quieren en él y para salir a voluntad; estén solas, en compañía o como quiera que fuese, es una virtud que les es innata…

Pero además son partícipes en un mundo que dominan porque es el suyo. Yo he sido testigo con una de mis brujas de querer saber una cosa…Espera un momento…ante mi entraba en ese trance de inconsciencia en unos segundos…y dos minutos después, regresar de su viaje a la realidad con la respuesta.

Podría contaros muchas cosas que os asombrarían, pero no es el momento de relatarlas. Como curiosidad os diré que una saga de brujas se mantiene a través de los tiempos…se trasmite de abuelas a nietas, nunca de madres a hijas. Cuando a la niña bruja se le manifiestan una serie de fenómenos inexplicables para ella, la abuela, tras un sencillo ritual que solo ellas conocen, le abre el camino.

Luego aprenderán por si solas todas las cosas que las atañe…digamos que con el tiempo adquirirán el “grado” de brujas. Desconozco como se inicia una saga de brujas, o que pasa cuando se trata de un niño. Lo sí se es que las brujas de hoy, como las de ayer, no son algo espontaneo, sino que es algo ancestral que se pierde en los anales del tiempo…De ello doy fe.

La bruja que me lea sabrá de lo que hablo…En cuanto a los lectores que lo hacen, solo preguntarles…¿Y tu mujer?… ¿Es una bruja?…en la respuesta no entro.

Escrito para azperiodistas.com por Charneguet.