No cabe duda de que la natación es una disciplina deportiva en la que la respiración es un factor clave. Al nadar, nos enfrentamos al desafío de tener que inspirar la mayor cantidad de aire posible en el poco tiempo del que disponemos para sacar la cabeza del agua antes de volver a sumergirla y mantener una posición corporal que nos permita seguir propulsándonos hacia adelante.
Es por este motivo por el que gran parte de los estudios relacionados con el entrenamiento respiratorio y el deporte se han llevado a cabo en esta modalidad deportiva.
Recientemente, acaba de ver la luz una nueva investigación cuyos resultados muestran que el entrenamiento respiratorio llevado a cabo por un grupo de nadadores con el dispositivo de entrenamiento POWERbreathe complementándolo con su entrenamiento en piscina, durante 4 semanas, produjo una mejora significativa en sus tiempos de 100m. En cambio, aquellos nadadores que no siguieron ningún tipo de entrenamiento respiratorio y que solamente entrenaron en la piscina no lograron mejorar su rendimiento.
Cabe destacar que en otros parámetros medidos en este estudio como el índice del esfuerzo percibido, numero de respiraciones, numero de brazadas, flujo inspiratorio máximo, capacidad inspiratoria voluntaria y volumen espiratorio forzado en 1 segundo , no se observaron diferencias entre los nadadores que realizaron el entrenamiento respiratorio y aquellos que tan solo entrenaron en la piscina.
Por este motivo los autores del estudio ven la necesidad de seguir investigando en este área y poder lograr un mayor entendimiento de los mecanismos de mejora.
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