IKEA se ha cansado de que los ancianos utilicen su tienda de Shanghái como centro de citas amorosas

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Y es que se ha puesto de moda y cada día tiene más adeptos entre los adultos de la tercera edad de Shanghái. Utilizando las tarjetas de socios de la tienda, los ancianos organizan citas y reuniones en la cafetería. Se cree que forman parte de una comunidad de citas amorosas.

El problema está en que piden un café y un pequeño bollo de pan y se pasan todo el día ocupando las mesas del local y charlando entre ellos, incluso buscando pareja. Los encuentros se organizan dos veces a la semana, usualmente los martes y los jueves.

En una ciudad tan caótica, tan poblada, con una tasa de ancianos tal elevada, es enternecedor ver que los mayores encuentran una manera de seguir teniendo ilusión, solo que a la marca sueca no le parece nada emocionante, así que ha tomado la determinación de acabar con esas prácticas.

Ikea ha implantado una estricta norma: «Sin comida, no hay asiento». En un cartel desplegado en la entrada del restaurante se informa que el personal del establecimiento identificó «un grupo de citas a ciegas ilegal» y lo acusa de tener un «comportamiento incivilizado».

«La situación ha afectado negativamente la seguridad y la experiencia a la hora de comer de la mayoría de nuestros clientes», indica la comunicación de la empresa. «Ha tenido una implicación negativa para la operatividad de nuestro restaurante. Desde hoy, el restaurante será solo para personas que compren sus alimentos primero».

Una decisión que ha sido muy criticada, la soledad de los ancianos en Shanghái conmueve a toda la sociedad.