En el pueblo de Cerezales del Condado, de tan solo 29 habitantes, está gratamente sorprendido y es su paisano, el fallecido multimillonario Antonio, creador de la popular cerveza Coronita y nacido en Cerezales, les ha dejado una herencia más que considerable.
Fernández comenzó en Cerezales a trabajar como agricultor, murió el pasado 31 de agosto. No tuvo hijos y fue el último de 13 hermanos en fallecer, por lo que «una lluvia de millones de dólares» ha ido destinada a decenas de sobrinos y a otras personas a ambos lados del Atlántico, entre ellos varios vecinos del pueblo, familiares lejanos del millonario, que sido agraciados con la friolera de más de 200 millones de euros.
De trabajar en el campo, Fernández pasó a formar parte de la Policía Municipal de León, para después mudarse a México a probar suerte. Allí entró en la compañía cervecera Modelo cofundada por su tío, Pablo Díez, donde empezó descargando camiones. Después, pasó al departamento de innovación y acabó de presidente en 1972, cuando murió su tío.
Entre sus experiencias más duras en el extranjero, destaca el secuestro que sufrió en 1977 a manos del grupo armado Liga Comunista. La firma belga InBev Anheuser-Busch, compró Modelo en el año 2013.