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La denuncia ha partido de Mauricio García-Pereira, un español que trabaja desde hace siete años en el matadero de la ciudad de Limoges. Las imágenes son desgarradoras: «Matamos vacas preñadas, vemos pasar el útero hacia la basura». ¿Cómo se puede matar a los terneros? Esto es abominable», describió ante el portal ‘Le Monde’.
A sus declaraciones ante la prensa sumó las imágenes que había captado sobre el trabajo diario que él y los demás operarios realizaban en las instalaciones de la empresa cárnica.
El acaso ha llegado a los tribunales, la asociación francesa protectora de animales L214, lo ha denunciado ante Limoges antes la Corte Suprema de Justicia del distrito.
«Las infracciones y la crueldad en los mataderos franceses se siguen produciendo», denuncian, pese a que una investigación del año pasado derivó en la «clausura de uno» de estos sitios. «Esta nueva investigación muestra, una vez más, el infierno que la industria cárnica oculta a los consumidores».
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