Y es que el fabricante, que tampoco ha escapado de la crisis, ha decidido ahorrar costos haciendo más grande, mucho más grande, el hueco que separaba un triangulito de delicioso chocolate, del otro que le sigue.
Pero para ahorrar costes, ha pensado en comercializar las nuevas chocolatinas al mismo precio que las clásicas de siempre que llevaban casi el doble de chocolate y en el mismo embalaje.
Los miles de fans que tienen los toblerone están indignados, se sienten estafados, enfurecidos… y han volcado este enorme enfado en las redes sociales.
Mondelēz International, la empresa estadounidense propietaria de la célebre marca, ha decidido mantener algo del aspecto tradicional del producto, que se seguirá ofreciendo a los clientes como una sucesión de cuñas… pero entre unas y otras ahora hay demasiado aire y bastante menos chocolate que antes.