Y no porque el fundador de la red social se haya partido los cuernos trabajando, sino porque se han confundido, con él y con otro montón de usuarios a los que la red daba por muertos este fin de semana e instaba a sus seguidores a mostrar sus condolencias.
Pero al parecer ni Mark Zuckerberg ni los demás, estaban muertos, tampoco de parranda, solamente fueron víctimas de un asesinato masivo y virtual que la red no tardó en corregir, eso sin perder el sentido del humor, al menos ellos, a los supuestos cadáveres no sabemos si les hizo tanta gracia.
“Fue un error terrible que ya hemos corregido”, explicó Facebook en un escueto comunicado en el que pedía disculpas por el contratiempo.
El error consistía en que el perfil de las personas afectadas venía encabezado con un mensaje necrológico. “Esperamos que las personas que aman a (aquí iba el nombre del supuesto fallecido) encuentren confort en las cosas que otros compartan para recordar y celebrar su vida”.