Horas y horas recitando y escuchando recitar a nuestros hijos todos los elementos de la tabla periódica hasta que los pobres conseguían metérsela en la cabeza a base de repeticiones infinitas, sin ningún contexto en el que poder ayudar a la memoria a hacer su trabajo. Horas y horas….
Que por fin han terminado. Y todo gracias a Keith Enevoldsen, un diseñador en Seattle, que ha preferido ocupar su tiempo en tratar de diseñar una tabla periódica que los niños puedan aprender con mucha más facilidad y si es posible, ellos solos.
Ha creado una tabla periódica interactiva en la cada elemento viene acompañado de al menos uno de los usos para los que se aplica. Por ejemplo el estroncio ya no suena tan feo cuando se sabe que se utiliza para hacer los espectáculos de fuegos artificiales o el tantalio se memoriza mejor si te dicen que se utiliza para fabricar teléfonos móviles y además te acompañan esas explicaciones con dibujos atractivos.
Además de las ilustraciones, la tabla incluye una segunda hoja en la que los recuadros tienen más información escrita sobre cada elemento y es interactiva. Al colocar el cursor sobre cada elemento, el recuadro correspondiente aparece ampliado en un recuadro grande en la parte superior.
«Hice la tabla para mí y para mis hijos, y la subí a internet para que otros la disfrutaran. Muchos estudiantes, maestros y padres dicen que les encanta».
Muy de agradecer. Porque no hay color