Una mujer de Melbourne que había adornado con esmero su árbol navideño, se llevó una gran sorpresa al acercarse a ver lo que parecía una nueva guirnalda. No ha trascendido si la mujer tenía familia, pero por echar un poco de imaginación a la historia, quizá pensó que la habría puesto algún familiar.
De hecho quedaba perfecta rodeando su árbol, perfecta si no fuese porque cuando se acercó a verla, pudo comprobar que se trataba de una serpiente.
Seguramente el bicho tenía muy buenas intenciones y le gusta el ambiente navideño, pero la mujer se llevó un susto de muerte.
Mantuvo la calma, cerró el salón y llamó a un profesional para que le sacara el reptil de casa. Seguro que también le dieron ganas de quitar el abeto navideño y no volverlo a ver por si acaso.