Le adjudican el número de móvil de David Bisbal y se hace pasar por él además de chantajear al cantante

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PRUEBA

Un tipo que debió encontrar gracioso eso de que los conocidos de Bisbal le llamaran por teléfono, pero la gracia le va a salir cara.

Ahora el Juzgado de lo Penal número 1 de Almería ha acogido la vista contra Óscar B., acusado de un delito de extorsión en tentativa después de que supuestamente reclamara al cantante David Bisbal una cierta cantidad de dinero por recuperar una línea telefónica que el artista había dado de baja y que posteriormente había sido adjudicada al acusado, quien presuntamente la empleó para enviar y recibir mensajes, correos electrónicos y fotos del entorno del almeriense haciéndose pasar, en ocasiones, por el propio cantante, según El Comercio.

El acusado, que no ha comparecido en sala y para quien la Fiscalía solicita nueve meses de prisión por un delito de extorsión en grado de tentativa recogido en el artículo 243 del Código Penal, se habría hecho con información personal del artista mediante el número de teléfono, al que seguían contactando amigos y familiares de Bisbal después de que el artista lo diera de baja «por error».

El propio Bisbal ha declarado como perjudicado en sala ante las preguntas de la acusación que él ejerce, la defensa y la Fiscalía, ante la que ha señalado que esta «persona anónima» contactó con él mediante un correo electrónico que le envió a dos cuentas personales. «Se hizo pasar por mí para tener información de mis amigos», ha asegurado el artista, quien ha reconocido su «preocupación» por esta cuestión.

La víctima ha asegurado que «desde el primer momento» el acusado tenía la intención de «amenazar» y «extorsionar» con el material que había recabado, por lo que quería «acordar un precio» por la devolución del número de teléfono. «Pedía dinero y mandaba imágenes», ha insistido Bisbal, quien ha explicado que el contacto lo mantuvo a través de un amigo, al que recurrió para resolver la situación.
En el juicio también han declarado los agentes que se encargaron de realizar la detención del presunto extorsionador en Tarragona, donde vivía, y que se hicieron con los datos que se habían almacenado en el terminal del acusado y en el ordenador, aunque éste trató de eliminarlos. Entre los datos, según uno de los agentes, se hallaban correos electrónicos sobre conversaciones en relación a una cadena de televisión a la que le «podría interesar» las imágenes.