Traducido como la Pose de la Muerte, consiste en hacerse fotografías aparentando estar muerto, y haber muerto de la forma más violenta que se le pase a uno por la cabeza. Una moda que se ha viralizado y que la verdad, tiene muy poca gracia.
Todo comenzó como un ‘juego’ que inventó Karabo Mnisi, un sudafricano de 18 años que se inspiró en la imagen de un niño de 12 años agonizando en brazos de uno de sus compañeros de colegio cuando la policía de Soweto abrió fuego durante una protesta estudiantil. El niño que iba en brazos era Hector Pieterson, que se convirtió en el icono de los levantamientos de Soweto de 1976 contra de la imposición de la lengua afrikáans en las escuelas.
A Mnisi le debió parecer divertido empezar esta cadena de retos para ver quién era capaz de hacerse la foto, en pose de muerto, más macabra y prometió en su perfil de Facebook que no dejaría de promover esta absurda moda hasta que «no llegue a los 40.000 seguidores en Facebook».
Pues le ha salido bien, hay mucho “chiflao” suelto, y se ha convertido en la nueva moda de fotos de poses captadas en imágenes y subidas a la red, que sustituirá al Mannequin Challenge.
La moda está arrasando en Sudáfrica y comienza a extenderse por diferentes países. Las autoridades sudafricanas han mostrado su preocupación por la excesiva crudeza que representan en algunas de las fotografías.