Las figuras forman parte de un arrecife artificial que servirá de lugar de reproducción para las especies locales
En las profundas aguas de la isla de Lanzarote, accesible solo a esnorquelistas, buceadores y a la vida marina, el Museo Atlántico reúne más de 300 esculturas del artista británico Jason deCaires Taylor.
Sumergidas a una profundidad de entre 12 y 15 metros en el lecho marino de la bahía Las Coloradas, las enigmáticas figuras humanas forman parte de un arrecife artificial, que servirá como lugar de reproducción para las especies locales. Abrió al público en marzo del 2016, pero es ahora cuando se ha inaugurado el museo con todo el proyecto terminado.
Ahora que está completo, el Museo Atlántico abarca 300 esculturas humanas-la mayoría-. La colección de estatuas está situada en una área protegida por los vientos y oleajes cerca de Coloradas, Playa Blanca.
El material usado para crear estas figuras no es dañino para el entorno y está pensado para crear arrecife artificial.
“La idea era convertirlo en un portal para otro mundo”, dice deCaires Taylor, “Quiero inspirar a la gente para que entienda más sobre nuestros océanos y las amenazas que enfrentan”.
Las esculturas incluyen a una pareja tomándose un selfie subacuático, y “El rubicón”, que integra 35 figuras caminando bajo las olas.
Los recorridos diarios para bucear desde varios lugares en Lanzarote tienen un precio de 46 euros.