Los miembros del Senado estadounidense han aprobado suspender una regulación, que estableció Obama, y que impedía que las que personas con problemas mentales pudieran comprar armas de fuego.
La propuesta impulsada por los grupos pro-armas como la Asociación Nacional del Rifle, ha sido ratificada en primera instancia y solo queda pendiente de la firma del presidente Trump, quien ha manifestado de antemano que la firmará.
Esta decisión del Senado llega después de que la Cámara de Representantes, también de mayoría republicana, hiciese lo mismo hace unas semanas.
La norma, ahora suspendida y que afectaba a unas 75.000 personas, exigía que la Dirección de Seguridad Social comunicase al Gobierno federal los nombres de las personas que recibiesen ayudas con historial de enfermedades mentales para que no pudiesen comprar armas.
«El voto en el Senado supone el siguiente paso en la marcha atrás de la ofensiva extralimitación del Gobierno que caracterizó la era de Obama», declaró Chris W. Cox, director ejecutivo de la NRA, en un comunicado.
El senador demócrata Chris Murphy,del estado de Connecticut, ha mostrado su disgusto manifestando: «¿Si no puede manejar sus propios asuntos financieros, cómo podemos esperar que pueda ser el propietario responsable de un arma de fuego legal y peligrosa?».