«Estamos abrumados», dice la propietaria que no sabe qué hacer con la avalancha de gente que acude a su establecimiento.
La página web de la Guía Michelín publicó por equivocación que el pequeño restaurante de Véronique Jacquet, un bar de carretera que atiende diariamente a los transportistas que paran a comer, había recibido tres Estrellas Michelín. Desde entonces el teléfono no para de sonar, todo el mundo quiere hacer una reserva.
«Estamos abrumados”, reconoce Véronique. Cada día son muchas las personas que se presentan en el bar o que llaman por teléfono para poder probar lo que esperan sea un menú Michelín. Y aunque los clientes habituales aseguran que la comida que sirve el establecimiento es deliciosa, el desbordado interés de los nuevos clientes se debe únicamente a un error.
La equivocación se debe a que los responsables de la web de la Guía Michelín se confundieron de ciudad. El establecimiento se encuentra en la misma calle que el que realmente sí ha obtenido tan alta distinción, pero en un distrito diferente. Al redactar en la famosa guía los datos de contacto del establecimiento que sí había sido galardonado con la distinción, se cometió un error tipográfico.
Desde la organización de las Estrellas Michelín han pedido perdón: «Pedimos disculpas y lamentamos haber engañado a nuestros clientes».
La dueña de “Le Bouche à Oreille” se lo ha tomado con humor y no cabe duda de que en cualquier caso, ha sido un buen golpe publicitario.