Un viceministro de Tanzania defiende a ultranza la decisión de su país de publicar los nombres de homosexuales

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PRUEBA

«La homosexualidad no es natural», argumenta, «¿Alguna vez os habéis cruzado con una cabra o un pájaro gay?

Una semana después de que el gobierno de Tanzania amenazara con publicar los nombres de los homosexuales que residen en el país, y tras la controversia surgida, el viceministro de Sanidad de este país africano, Hamis Kingwangalla, se ha tirado en plancha a las redes sociales para defender esta propuesta, convencido de que «las libertades y derechos tienen límites», agregando que «la homosexualidad no tiene respaldo científico».

Kingwangalla no se ha cortado en Twitter a la hora de publicar soflamas a favor de estigmatizar a los homosexuales.

«¿Alguna vez os habéis cruzado con una cabra o un pájaro gay? La homosexualidad no es biológica, no es natural», ha dicho en un mensaje en esta red social.
Algunos usuarios han mostrado su preocupación por el efecto que estas declaraciones puede tener en una sociedad como la de Tanzania y han advertido de que con sus declaraciones «azuza el odio, la violencia e incrementa el número de linchamientos contra homosexuales».

Las relaciones entre personas del mismo sexo son ilegales en Tanzania, y aquellos condenados por ello se exponen a penas de hasta 30 años de cárcel. En 2016, el Ministerio de Sanidad suspendió los programas de prevención del VIH para los hombres homosexuales y amenazó con prohibir los grupos que «promuevan» los derechos de la comunidad LGTBI.

Curiosamente, Tanzania tiene fama de ser uno de los países africanos más tolerantes en relación la comunidad LGTBI, sobre todo en comparación con su vecino, Uganda. Ahora, con la campaña que ha estado llevando a cabo en los últimos meses el Gobierno contra este colectivo, está causando gran preocupación entre los defensores de los derechos humanos.

El Código Penal tanzano castiga las relaciones “contra el orden de la naturaleza”, entre las que se incluyen la zoofilia o la sodomía, con penas de cárcel que pueden llegar hasta la cadena perpetua. La “grave indecencia” de relaciones  entre varones puede ser penada con cinco años de prisión. Las relaciones lésbicas solo están castigadas en la región insular de Zanzíbar, con penas de hasta cinco años de cárcel que pueden sustituirse por una multa de hasta 500.000 chelines (210 euros, 230 dólares).