En el siglo XXI, quizás no sea prudente poner sólo el foco de nuestras acciones en seguridad y salud en los trabajadores y no en quienes deben liderarles y dirigirles. Si nos orientamos a la excelencia quizá debamos construir redes transversales de seguridad y salud.
Cuando hablamos de Seguridad y Salud en el Trabajo, es habitual que se ponga el foco en los trabajadores, ya sea como colectivo al que van dirigidas las acciones para adquirir habilidades, aptitudes, y competencias, como fuente de fallos en seguridad o como origen de soluciones innovadoras a través de sugerencias, propuestas y acciones en positivo.
Si asumimos que la seguridad es asunto de todos, quizá comprendamos la necesidad de integrar en nuestro sistema de seguridad a clientes y proveedores. Estamos hablando de incorporar al sistema de seguridad y salud a todos los agentes con un papel relevante para hacerlo sostenible. O sea, a quienes nos rodean. Es decir, en el lenguaje utilizado en términos de empresa y sostenibilidad, lo “stakeholders”, en sentido amplio.
Si su empresa ha alcanzado una cierta posición, si es reconocida y premiada, si factura millones, es porque los stakeholders así lo han decidido, respaldando sus iniciativas. De acuerdo, admitamos que su esfuerzo es encomiable por contribuir al éxito en seguridad y salud de su empresa, con impacto directo en la productividad y en la cuenta de resultados. Pero si sus clientes, inversores y trabajadores no apuestan por la seguridad y la salud, usted será irrelevante para ellos. En el momento en que no cuente con su respaldo, que la seguridad no sea considerada un valor esencial, se terminó: game over! Si usted quiere que la seguridad y la salud formen parte del “core business” deberá esforzarse en comunicarlo de forma eficiente a todas las partes afectadas y liderar las iniciativas necesarias para conseguirlo.
Para liderar, hay que saber comunicar. Y la mejor manera de comunicar es en positivo. Ensalzando las aportaciones realizadas y agradeciendo la confianza. Reforzando el diálogo, no imponiendo barreras. Aceptando el mensaje, no juzgándolo. Abiertamente, sin prejuicios. Por eso es tan importante la gratitud. Porque agradeciendo a quienes confían en nosotros su dedicación y su desempeño, establecemos una relación de confianza, de interdependencia, que nos conduce a dar lo mejor de nosotros mismos trabajando en equipo. Elogiemos el talento, y agradezcamos que lo compartan con nosotros.
Da igual quién sea, el cargo que desempeñe en la empresa, a quién se dirija: sea agradecido y humilde. Reconozca que el éxito no es sólo suyo. Tampoco el fracaso. Comparta lo positivo, e implíquese y participe activamente para corregir lo negativo.
Si quiere saber más sobre cómo liderar en Seguridad y Salud Laboral ver: el valor de Comunicar la Gratitud.