Imanol Jaka hace viral en Europa, la Txuleta que se sirve en Don Serapio

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Pasearla por pasearla, no ha sido. Pasear una chuleta por el mundo ha tenido siempre para Imanol Jaka un claro objetivo: que la mejor chuleta del planeta se conozca en todos los rincones.

Un periplo que ha recorrido regiones de Asia, que se ha presentado a grandes nombres de la cocina de todas las partes del mundo y un paseo conjunto de Imanol y “su chuleta” que lleva tiempo Europa.

Londres, París, Hannover, Berlín… , donde Imanol Jaka ha demostrado a la prensa gastronómica y a los chefs más exigentes cómo se corta una chuleta de vaca vieja y gorda , cómo se cocina y por supuesto… cuánto se disfruta comiéndola.

Y para ello no ha tenido más que hacerlo como él lo hace siempre. Imanol, responsable de Don Serapio y de Cárnicas Txogitxu, lleva en su equipaje una buena pieza chuletera y sus cuchillos, y los pasea de país en país, de restaurante en restaurante. Y allí se planta, convencido de estar enseñando lo mejor; corta una buena chuleta, la pone sobre las brasas y la ofrece a los paladares más exigentes.

¿El resultado?, el que cabía esperar… una degustación que deja a todos con la boca abierta.

Cuando Imanol estuvo en Londres, rindió a los chefs y sibaritas británicos con su demostración. Un video que recogió el momento ha inundado las redes sociales y ha sobrepasado ya el medio millón de visitas.

Si no puedes ver bien este vídeo, pincha aquí.

https://youtu.be/2IzsDlpKU1U
Un mensaje simple pero muy contundente que ha hecho que las empresas de Jaka, se conviertan en un ejemplo de saber hacer para internacionalizarse, para darse a conocer a través de Internet. En definitiva de cómo aprovechar la difusión online para llegar a cualquier parte y llegar bien.

Los ingredientes para lograr este éxito son la pasión, el buen hacer, el entusiasmo y el empeño y el mostrar con sencillez, veracidad y contundencia, los productos que se ofrecen.

El éxito en la exportación que ha alcanzado su empresa Cárnicas Txogitxu en todo el mundo, radica en eso, en la simplicidad que tiene su mensaje:

“Los vascos somos el único pueblo del mundo que comemos vacas viejas y gordas, por eso pongo mi cara y por eso comunico personalmente yo, hasta haber creado en Europa y en Asia el personaje. Hoy el mundo busca en la gastronomía, la singularidad y los ojos en la comunicación, lo que se pueda tocar, lo que sea real. De esto las empresas pequeñas vascas tienen mucho que expresar y aprovechar. Si en algo somos fuertes los vascos es, en raíces y en identidad”.

Un mensaje que no solo ‘pasea’ un producto, una marca, una empresa… que lleva también implícito un testimonio cultural y gastronómico, indiosincrasia propia de Euskadi.