La legislación de Taiwán ha instaurado a nivel nacional la prohibición de comercializar y consumir carne de perro y gato. Una ley que ya existía en algunos lugares del país y que ahora pasa a ser de imposición general.
La nueva Ley de Protección Animal prohíbe la venta, adquisición o consumo de este tipo de carne y prevé penas de hasta dos años de prisión para aquellos que hagan daño de forma intencionada a los animales y multas desde 200.000 dólares taiwaneses (unos 6.100 euros). Asimismo, aquellos que reincidan en estos delitos podrán ser condenados a penas de uno a cinco años de prisión y estar sujetos a multas de hasta cinco millones (unos 150.000 euros).
La norma también prohíbe que los ciudadanos que se desplacen en vehículos de motor puedan llevar atados a sus animales domésticos, bajo el riesgo de ser sancionados con multas de hasta 15.000 dólares (algo menos de 500 euros).
Todas estas enmiendas incluidas en la nueva legislación tienen que ser firmadas por la Presidencia y podrían entrar en vigor a finales de este mes.