El tratamiento de ondas de choque ha sido empleado, desde hace tiempo, para disolver los cálculos del riñón. Actualmente, estas ondas de choque electrohidráulicas cuentan con un 70 % de éxito en la curación de las lesiones tendinosas, como la tendinopatía o tendinitis aquilea, epicondilitis o el «codo de tenista», tendinosis o tendinitis crónica, fascitis plantar, pubalgia…
La efectividad de las ondas de choque en el tratamiento de las tendinopatías se explica por la realización de un doble trabajo en la zona dañada:
1. Estimulando la propia regeneración de los tejidos afectados al actuar estimulando los factores de crecimiento.
2. Por favorecer la angiogénesis (mejora de la circulación por aumento de los capilares sanguíneos) y un mayor riego en la zona dañada eliminando el dolor.
El tratamiento con Ondas de Choque se está mostrando efectivo tanto en las tendinopatías crónicas recalcitrantes (que han realizado diferentes tipos de tratamiento sin mejora significativa) como en tendinitis agudas. Diferentes estudios cifran en hasta un 70% el porcentaje de buenos resultados en tendinopatías tratadas con Ondas de Choque.
Pese a ser una práctica precisa y menos invasiva, con apenas efectos secundarios, está contraindicada en caso de:
– Marcapasos
– Embarazo
– Infecciones
– Tumor en la zona a tratar
– Problemas de coagulación
Más información al respecto en la Unidad de Ondas de Choque de Sendagrup.
