El multimillonario cofundador de Microsoft, Paul Allen y sus socios en este ambicioso proyecto desarrollado por la compañía Stratolaunch Systems, han presentado en California, en el desierto de Mojave, el Stratolaunch, el avión más grande jamás construido.
La construcción de este ‘super avión’, dentro un proyecto que ha requerido más de seis años, tiene como objetivo ofrecer una alternativa más accesible para poner satélites en la órbita baja de la Tierra y busca utilizar un sistema reutilizable capaz de llevar diversos tipos de cargamentos al espacio.
Allen empezó el proyecto en 2011 junto al ingeniero Burt Rutan, quien también desarrolló la SpaceShipOne, de Virgin Galactic, el primer vehículo comercial que completó un vuelo suborbital en 2004.
Con un diseño llamativo, el avión de Stratolaunch Systems posee un cuerpo doble que se apoya en unas 28 ruedas que sostienen una estructura de unas 230 toneladas acompañado por seis motores Boeing 747.
Tiene una envergadura de 117 metros, una longitud de 72 metros, una capacidad máxima de carga de 590 toneladas y puede poner en órbita un satélite de hasta 45 kilos desde una altura máxima de 10 kilómetros mediante un cohete que se desprende desde la parte central.
Como referencia, el Antonov AN-124, responsable de trasladar el satélite ArSat 2 desde Bariloche hasta la base de Guyana Francesa, tiene una envergadura de 69 metros, mientras que el modelo Antonov AN-225, considerado el avión más grande del mundo, mide 84 metros de largo, tiene 88 metros de envergadura y pesa 175 toneladas sin cargamento ni combustible.
El primer vuelo de demostración del Stratolaunch estaba programado para 2016, pero debido a problemas de diseño y potencia en los motores tuvieron que aplazarlo.
«Esto marca el fin de la fase inicial de construcción de la aeronave y el comienzo de la fase de pruebas en tierra, motores y taxeo (desplazamiento por pista) antes del primer vuelo», dijo Jean Floyd, consejero delegado de la empresa, en un comunicado con motivo del inicio de la fase de pruebas.
La aeronave cuenta con dos cabinas y un ala de 117 metros, más seis potentes motores como los del Boeing 747.
Su peso es de aproximadamente 227 toneladas sin carga, pero será capaz de moverse con un peso máximo de poco menos de 600 toneladas. Para su despegue necesitará al menos 3,6 kilómetros de pista, mientras que un avión comercial sólo necesita poco más de 2 kilómetros.
Una vez la aeronave esté en el aire, el plan consiste en subir hasta una altitud máxima de 10,6 kilómetros (35.000 pies), poner la carga en órbita y volver.
Según Allen, los cohetes que hasta el momento han utilizado empresas como SpaceX o Blue Origin resultan muy costosos. Además, la cantidad de combustible requerida también es muy alta.
Con este tipo de lanzamientos con avión podría reducir los costos. La empresa de Paul Allen asegura que podrá cobrar hasta un 70% menos de lo que actualmente cobran los rusos por llevar astronautas estadounidenses al espacio.
Si las pruebas de tierra y vuelo en el aeródromo de Mojave resultan satisfactorias, el avión comenzará sus misiones en 2019.