Pilar Abel Martínez lleva 11 años defendiendo que es hija del pintor Salvador Dalí y ahora ha conseguido que la juez madrileña María del Mar Crespo pida la exhumación del cadáver para comprobar si es su padre biológico.
Pilar, vecina de Girona desde hace 27 años, conocida por trabajar como pitonisa para una televisión local y por sus intervenciones mediáticas para reivindicarse como hija de Dalí, comenzó a reclamar la paternidad del pintor en 2006.
En primera instancia, su reclamo se dirigió al Ministerio de Hacienda y a la Fundación Gala-Salvador Dalí, solicitando la revisión de la cesión del patrimonio que el pintor hizo al Estado antes de su muerte en febrero de 1989.
La demanda se convirtió en un periplo televisivo por cadenas nacionales e internacionales, llegando incluso a ocupar páginas en The New York Times. Ahora una orden judicial ha aprobado la exhumación del cadáver del pintor del Teatro-Museo Dalí de Figueras para que sea analizado su ADN.
El auto judicial considera que «es necesaria la prueba biológica de investigación de la paternidad de Maria Pilar Abel Martínez respecto de D. Salvador Dalí Domenech», al «no existir restos biológicos ni objetos personales sobre los cuales practicar la prueba por el Instituto Nacional de Toxicología».
Según los documentos que conforma la demanda que Pilar Abel Martínez depositó en el juzgado, la demandante nació en Figueres el 1 de febrero de 1956 fruto “de una relación de amistad que se convirtió en amor en la clandestinidad” entre el genio ampurdanés y su madre, que vive en Figueres y tiene 87 años. Se conocieron en Port-Lligat (Cadaqués), donde trabajaba como empleada de una familia que pasaba temporadas en la localidad.
La demanda argumenta que la madre de Pilar le dijo en varias ocasiones que su padre era el pintor catalán, tras ser preguntada por su hija a la que le había revelado el secreto la abuela paterna.
Si la prueba de ADN resultara positiva, se celebrara el juicio de filiación y Pilar lo ganase, tendría derecho a heredar el 25% del patrimonio de Salvador Dalí i Domènech. La obra del pintor a su nombre antes de que muriese (unas 4.000 obras) se valoró en 5.000 millones de pesetas en el año 1984. Una cifra que, después de su muerte, se disparó.