Este importante descubrimiento ayudará a predecir las recaídas antes de que ocurran y servirá para diseñar fármacos contra esta clase de tumor.
Un grupo de estudio del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas ha descrito el mecanismo molecular que hace que el cáncer de piel se diseminarse con rapidez por el organismo y genere metástasis. El trabajo, un estudio multidisciplinar publicado en Nature y dirigido por la jefa del grupo de Melanoma del CNIO, Marisol Soengas, se ha hecho en colaboración con los hospitales Doce de Octubre (Madrid) y Clínico (Barcelona), y el centro de investigación de Mount Sinai de Nueva York.
El melanoma cutáneo es un cáncer de piel agresivo, el único cuyo pronóstico se determina según su grosor. A partir del milímetro, el tumor puede diseminarse hacia otros órganos y generar metástasis. Por eso, las campañas de prevención enfatizan en el seguimiento, porque «los melanomas muy finos tienen ya una gran capacidad de generar múltiples metástasis», explica Marisol Soengas.
Hasta ahora no se había encontrado ningún marcador molecular que permitiera predecir si un tumor podría desarrollar metástasis o no. Una de las mayores dificultades que se encontraban los investigadores es que las células tumorales no se pueden ver ‘in vivo’, porque «se requiere un cierto tamaño de metástasis para estudiar el proceso, pero para entonces ya es demasiado tarde para intervenir».
Existe también la posibilidad de visualizar estos tumores ‘in vivo’ con sondas que se inyectan en el tumor, pero «su difusión es muy limitada y no permite estudios a nivel de todo el organismo». Lo idóneo era encontrar un sistema que permitiera estudiar el desarrollo del tumor «sin intervenciones ni cirugía» y «desde la fase más inicial del melanoma», puntualiza Soengas.
En este contexto, la Unidad de Animales Transgénicos del CNIO desarrolló un modelo de ratón que permite ver las vías de diseminación del cáncer a través del sistema linfático del animal. Son ratones diseñados genéticamente para emitir luz cuando se activan sus vasos linfáticos (un proceso inducido por el tumor).
La primera sorpresa de los investigadores llegó gracias a estos modelos: «identificamos distintas rutas de diseminación del tumor y fuimos capaces de monitorizar ‘in vivo’ cómo el melanoma actúa, y descubrimos, además, que lo hace mucho antes de lo que creíamos», de ahí el nombre con el que se ha bautizado a los ratones: Metalert (en referencia a la «alerta» rápida de metástasis). Gracias a ellos, «pudimos ver que el melanoma actúa de forma sistémica generalizada por todo el organismo, y desde fases muy tempranas de la enfermedad».