Las seis preseas que la delegación española ha conseguido en el Mundial de Budapest, han sido ganadas por las féminas.
España ha cerrado su participación en el Mundial de Budapest con seis preseas lo que la coloca en el undécimo puesto en el medallero. Las protagonistas indiscutibles han sido Mireia Belmonte y Ona Carbonell. Carbonell consiguió dos platas en la ‘sincro’ y Belmonte, un oro y dos platas.
En saltos de trampolín los competidores españoles no pasaron a las finales y no hubo participación ni en plataforma ni en gran altura. En waterpolo, la selección masculina perdió en cuartos de final ante Rusia y luego fue la mejor en las rondas de los eliminados por lo que acabó novena. El combinado femenino ganó a Canadá en semifinales y disputó el título EE.UU; se llevó la plata.
En las carreras de aguas abiertas no se obtuvieron puestos destacados y en la piscina el rendimiento de los nadadores ha tenido contrastes.
A pesar de los récords que se han batido en el Danubio Arena, muchos nadadores españoles no alcanzaron sus plusmarcas personales. Además de Mireia Belmonte, solo Jessica Vall llegó a una final (octava en 200 braza).
La de Badalona disputó con seis pruebas, incluida la más larga, la de 1.500, donde logró la plata. Después, consiguió el oro y completó la triple corona en los 200 mariposa con récord de España incluido. Quedó cuarta en la final de los 800 y ha acabado este domingo con una nueva medalla de plata en los 400 estilos.
Mireia ha sumado así tres medallas; dos de plata y un flamante oro que la convierten en campeona mundial, olímpica y europea de 200 mariposa.