Anisakis. Así se previene su intoxicación

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Conservas Olasagasti nos indica cómo combatir este fenómeno alimenticio

España podría situarse a la cabeza de Europa por intoxicaciones y alergias derivadas del anisakis, según advierten los alergólogos del grupo Hospitales Vithas Nisa, aludiendo a datos de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU).

En verano solemos preparar con más frecuencia aperitivos caseros con base de pescado crudo, como sushi y ceviche, y por eso conviene extremar las precauciones para evitar la intoxicación.

Los expertos consultados advierten que los marinados de frutos de mar con escasa cocción pueden aumentar el riesgo de sufrir la colonización de este parásito y recomiendan siempre la congelación previa durante más de 24 horas.

Los datos son determinantes.

Uno de cada tres pescados consumidos en España puede transmitir anisakis, según la OCU, y el riesgo aumenta dependiendo de la procedencia: el 50% del pescado del Cantábrico podría contener este parásito, mientras que la incidencia en la pesca procedente del Mediterráneo no llega al 6%.

Ente otros motivos de la propagación del parásito se encuentra la práctica habitual de evisceración del pescado en alta mar. Al lanzar las vísceras al agua, otros peces las comen, se infectan y así se extiende el anisakis.

El anisakis solo muere al freír, asar o congelar el pez, pero sobrevive en otros platos, como sushi, ceviche, boquerones en vinagre y sardinas a la brasa.

La OCU nos hace saber que los pescados de agua dulce no presentan riesgo de anisakis, más frecuente en especies como merluza, besugo, bacaladilla, boquerones, pijota, pescadilla, gallineta, abadejo, bacalao o jurel.

EL «anisakiasis» tiene una incidencia de 8.000 casos al año en España. La media europea ronda los 500 casos anuales.

Los expertos concluyen que, en nuestro país, las principales fuentes de intoxicación son los boquerones en vinagre y sardinas asadas, que no alcanzan los 60 grados centígrados necesarios para matar al parásito.

Por regiones, el anisakis tiene más presencia donde más se consume estos platos: Andalucía, Madrid, Cantabria y País Vasco.